Uno de los retratos más famosos de César Augusto es el llamado Augusto de Primaporta del año 20 a. C. (la escultura recibe su nombre de la ciudad italiana donde se encontró en 1863). A primera vista, esta estatua podría parecer simplemente un retrato de Augusto como orador y general, pero también transmite una gran información sobre el poder y la ideología del emperador. De hecho, en este retrato, Augusto se muestra como un gran vencedor militar y un firme defensor de la religión romana. La estatua también predice el período de 200 años de paz que Augusto inició, conocido como la Pax Romana.

En esta escultura, Augusto se encuentra en contrapposto (una postura relajada donde una pierna soporta el peso). El emperador viste atuendo militar y extiende su brazo derecho, lo que indica que se dirige a sus tropas. Inmediatamente percibimos el poder del emperador como líder del ejército y conquistador militar.

Al profundizar en la composición de la estatua de Primaporta, se aprecia un claro parecido con el Doríforo de Policleto, escultura griega clásica del siglo V a. C. Ambos presentan una postura de contrapposto similar y están idealizados. Es decir, tanto Augusto como el Portador de la Lanza son retratados como individuos jóvenes e impecables: son perfectos. Los romanos solían inspirarse en sus predecesores griegos para su arte. Esto es significativo, ya que Augusto se representa a sí mismo con el cuerpo perfecto de un atleta griego: es joven y viril, a pesar de ser de mediana edad en el momento del encargo de la escultura. Además, al modelar la estatua de Primaporta a partir de una escultura griega tan icónica, creada durante el apogeo de la influencia y el poder de Atenas, Augusto se conecta con la Edad de Oro de esa civilización anterior.

El delfín se convirtió en símbolo de la gran victoria naval de Augusto sobre Marco Antonio y Cleopatra en la batalla de Actium en el año 31 a. C., una conquista que lo convirtió en el único gobernante del Imperio. El Cupido a horcajadas sobre el delfín transmite además otro mensaje: que Augusto desciende de los dioses. Cupido es hijo de Venus, la diosa romana del amor. Julio César, padre adoptivo de Augusto, afirmaba descender de Venus y, por lo tanto, Augusto también compartía esta conexión con los dioses.